Quiero un camión

Quiero un camión lleno de drogas
y lo quiero ahora.
Quiero un Iveco mi señora
para volar y desaparecer, tal vez nunca volver.
Voy a viajar por mil lugares
sentir mas alla de mis vanidades.
Atravesar el crudo invierno
y encontrar la fe.
Resucitar a voluntad
con el sonido de mi voz.
Quiero un camión lleno de drogas
y lo quiero ahora.
Quiero un Iveco mi señora,
quiero viajar a mil por hora.

¿Que será de los chicos?

Dentro de un vagón, el tren en movimiento. Ya se vislumbran las grandes ostentaciones de cristal y de cemento. El aire es mas espeso, tengo la espalda adolorida y las piernas me llevan a caminar hasta la puerta del vagón. Estaba por prender un cigarrillo cuando una niña me dice te vas a morir. ¿Por que me dices esto? ¿Acaso has venido a buscarme? Me dí cuenta, mi maestra, estaba advirtiéndome sobre las consecuencias de fumar. Vení María que ya estamos llegando, le dice una mujer de cabello castaño. Era tan hermosa. Tenía la misma mirada triste que la niña, efectivamente estábamos a menos de dos kilómetros de la estación. Que bueno regresar a Buenos Aires, ¿que será de los chicos? ¿Seguirán juntos Fran y Laura? ¿Habrase recibido Julieta? Pronto lo sabré, quiero ver el obelisco pensé. Quiero caminar por el centro sentir las luces en mi rostro. Llenarme las manos de inútiles volantes, estación terminal Retiro grita el inspector del ferrocarril y me pongo contento.

Gracias al cielo

Cuando miro las estrellas pienso en vos y en todo lo que soy,
de donde vengo puedo sentirme un rey y prisionero a la vez.
Voy caminando solo en la oscuridad buscando ver el mar,
tal vez tu nombre nunca lo pueda olvidar
tal vez te vuelva a ver.
Gracias al cielo ya no sueño dormido
ni huelo sangre.